El proyecto consiste en 20 viviendas situadas en una parcela en el número 250 de la calle Arturo Soria de Madrid. Las viviendas se han dividido en tres grupos: pequeña, mediana y grande. De las 20 viviendas, 6 son de tamaño pequeño, 8 de tamaño mediano y 6 de tamaño grande. Cada vivienda cuenta con salón, comedor, cocina, una habitación «inútil», baños y grandes terrazas, además de 2-5 dormitorios.
Las viviendas cuentan también con una plaza doble de garaje cerrada y con luz natural, para así ofrecer una gran flexibilidad en ese espacio. En el espacio común se ha proyectado una piscina con solárium, grandes zonas verdes y ajardinadas, huertos, gimnasio, sala audiovisual y espacios para eventos, además de una serie de locales para alquilar.
El concepto del proyecto es que cada vivienda cuente con las mismas ventajas que tendría una casa unifamiliar pero en la vida en comunidad.
Se conciben 4 bloques independientes con una única vivienda por planta, de manera que todas las fachadas de la vivienda den al exterior y haya un único acceso por casa, igual que pasaría en una unifamiliar. En cuanto a la forma, se busca que sea lo más sencillo y limpio posible.
Los criterios urbanístico-paisajísticos del proyecto propuesto buscan crear una ordenación de los bloques en la parcela que siga los ejes de la parcela y las alineaciones de los edificios colindantes. Esto se hace para garantizar que el proyecto se integre armoniosamente en el entorno existente y se aproveche al máximo la orientación y las vistas de la parcela.
Además de esto, se han creado una serie de caminos interiores para conectar los distintos bloques entre sí y con los espacios comunes de la parcela. Esto busca fomentar la movilidad peatonal y la interconexión entre los diferentes elementos del proyecto, promoviendo una mayor seguridad y una mejor calidad de vida para los residentes.
La disposición de los bloques también busca crear tres espacios ajardinados principales: uno central, en el que está la vegetación más abundante, uno en la esquina de Arturo Soria con Añastro, muy ligado al espacio público y que hace de filtro entre la ciudad y los edificios, y uno al norte en el que se encuentran los espacios de ocio de la comunidad, consiguiendo así mayor privacidad. Con esto se busca crear un entorno verde y agradable para los residentes, y mejorar la calidad del aire y la biodiversidad en el área.
El proyecto busca crear una ciudad eficiente y confortable, algo que Soria consideraba fundamental en su propuesta de Ciudad Lineal. También busca una fusión entre el mundo rural y el urbano, algo que también era esencial en la propuesta de Soria. La parcela elegida se encuentra en una posición privilegiada, con vistas a un viaducto y cerca de zonas verdes, lo que permite a los residentes disfrutar de la naturaleza mientras viven en un entorno urbano.
Entrega del PFC en la Universidad de Navarra.